La primera respuesta
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Dí a leer el borrador del libro a mis seres queridos más cercanos, también lo hice corregir por dos personas que adoro y que, por su profesión, consideré capacitadas a darme un punto de vista. Luego, llegó el momento de presentarlo a la editorial y hacerlo corregir por una correctora profesional. Cuando me llegó por mail la devolución, confieso que tenía miedo de abrir el archivo… ¡era la primera vez que alguien que no me conocía me daba la opinión del libro y para colmo una profesional! Aquí está lo que dijo:
Gracias cáncer. Devolución
Para corregir el presente documento (…)
Con respecto al argumento, suelo realizar devoluciones generales, donde me detengo en las especificaciones propias que cada manuscrito requiere.
En este caso particular, me voy a situar en el rol de lectora y le voy a contar a la autora qué sentimientos despertó en mí y mi experiencia vivida,
Al leer Gracias Cáncer, el solo hecho de reflexionar sobre el título, me trasladó a una lectura placentera, amena, de aprendizaje (y no de reproche, de por qué a mí, de dolor, de bronca). Es decir, el título ya sugiere un relato pensado desde y para el crecimiento personal.
Desde ya, muchas son las ocasiones en que un título nos adelanta una expectante aventura letrada, y al leer cada página ocurre que terminamos desahuciados. En este caso, todo lo contrario. Más leía, más amaba cada frase, cada detalle descripto, cada sensación transmitida.
Mi historia personal cuenta que en 2007 mi madre fue diagnosticada de cáncer en los ovarios. Tras 15 años de ser diagnosticada y tratada de menopausia prematura (mal diagnosticada), en 2011 fallece. Pero siempre sus mensajes fueron súper positivos.
Por aquel entonces, yo era muy escéptica, dura, inflexible. Tras fallecer mi madre, mis dos hermanas y yo nos dedicamos a embalar sus cosas… yo me quedé con sus libros. Así descubrí el mundo de la espiritualidad que ella tanto quiso inculcarme. Al leer SUS libros y tocar las páginas que ella había tocado… me fui sumergiendo.
Hoy mi hermana menor y yo somos reikistas, terapeutas florales, instructoras de yoga, coach ontológico… co fundadoras de Honrar la Vida AyAMEPO (Asociación Civil que busca contener a pacientes oncológicos y vínculos), artesanas…
El cáncer se llevó a mi mamá de este plano (solamente de este plano), pero gracias a él encontré una vida mejor, más armoniosa y equilibrada… feliz y plena.
¡¡¡Gracias por este manifiesto escrito de que aún en la adversidad, SE PUEDE!!!!