Declararme curada

Todo mi proceso del cáncer fue muy positivo y significó mucho en mi vida y mi salud, pero fue “un libro” y “una mujer” (La Luz está en vos de Viviana Damonte) la que me obligó a diagnosticarme sana. En una lectura simple y profunda la autora va dando pautas de la luz que todos tenemos en nuestro interior y que somos nosotros mismos los que provocamos los estados en los que estamos inmersos. También da testimonios de personas “transformadas” a partir de la imposición de manos y entrevistas.

Parece tan fácil y tan rápido, que es difícil de creer… pero lo que se nota es una convicción absoluta y férrea de que SE PUEDE estar bien. En mí, el click lo hizo una frase que hemos escuchado miles de veces: “LA FE MUEVE MONTAÑAS”, pero en el contexto y la explicación de lo que se hablaba adquirió una definición impresionante. Me hacía ver que es cierto, que si yo CREO firmemente y con todo mi ser que una montaña se va a mover… ¡SE VA A MOVER! Llevado a la enfermedad pasa por creer firme y absolutamente, desde las entrañas que estoy sana… ¡Y VOY A ESTAR SANA!

También da técnicas para ayudar a que esto se pueda hacer. Lo iba leyendo como lectura antes de dormir, al terminar el capítulo cerré el libro, apagué la luz y me quedé pensando cómo podía hacer para que esto se cumpliera en mí. Entonces tomé la técnica de visualización (yo siempre he sido muy visual): decía que debía visualizarme sana; ¿y cómo me vería sana, pensé?: vital, inquieta, haciendo muchas tareas… Y de repente se me presentó una visión: estaba yo, mucho más vieja, con un hombre al lado, rodeados de lavandas y mucho viento. Así como llegó se fue, puedo asegurarles que fue como un sueño pero yo estaba despierta. Me sentí sorprendida, emocionada y muy serena.

A posteriori y por mucho tiempo fui analizando que quería decir eso que había visto:

ESTAR VIEJA: yo hacía mucho que pensaba que no iba a llegar a ser “octogenaria” (a los cincuenta y dos años había pasado por cuatro cáncer de mama y una operación de cadera por huesos debilitados) así es que yo tenía la convicción que mucho “hilo en el carretel” no tenía… pues bien en el “sueño” ¡ESTABA VIEJA!, o sea que no me quedaban unos años de vida, me quedaban muuuuuchos más.

UN HOMBRE A MI LADO: después de veinticuatro años de casada me divorcié, pero siempre esperé encontrar una nueva pareja (creo que la vida es para vivirla de a dos); ya llevaba ocho años desde el divorcio y yo seguía sola… pues bien el “sueño” me ubicaba con ¡UN HOMBRE AL LADO! Si ya sé las preguntas: ¿Cómo era? ¿Lo conocía? ¿Qué hacía?... No, no lo conocía; parecía más joven que la vieja que tenía al lado (¡YO! Jajaja); físicamente lo asocié con un actor que ni siquiera me gusta; estaba parado como a mi lado pero como un poco más abajo, ensimismados y movidos los dos por el viento y las lavandas. No creo haber visto al hombre exacto que va a ser mi compañero, sino más bien una representación de lo que significa para mi… igualmente presto mucha atención cuando camino a ver si lo veo. ¿Y si lo veo? Lo paro y le digo que lo conozco de antes… y si no sale corriendo, le cuento la historia. Jajaja… ahí seguro sale corriendo.

LAVANDAS: no son especiales para mí aunque tengo plantas de lavanda en el frente de mi casa y visité y me impactó un campo de producción de lavandas en la zona donde vivo (es precioso ver todo un campo de color lilaceo…). Pero al consultarlo y comentarlo me dijeron que la lavanda limpia, purifica, perfuma, también puede significar que se necesita una etapa de reflexión o tranquilidad, de desconectarse del ritmo de vida y tomar unos instantes para la meditación. Todo esto cierra perfectamente con el estado en el que estaba en ese momento.

VIENTO: En general se habla del viento en sueños indicando giros en la vida… Ya lo creo que estaba atravesando por una “movida”.

Por supuesto esto es muy personal y da para interpretaciones diversas, tanto el hecho de haber tenido una visión como lo que significa. Creo que lo más importante es que a mí me sirvió mucho tener esperanza y “verme” sana, y que hay una posibilidad de tener una pareja. Recuerdo este “sueño” cada vez que tengo dudas, esto me ayuda a mantener mis convicciones y darme la fortaleza de saber que LO QUE CREO FIRMEMENTE SE CUMPLE.